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El acolchado es extraordinariamente útil en el huerto: ahorra mucho trabajo y mantiene los arriates ordenados, sin que las malas hierbas invadan todos los espacios y asfixien a las hortalizas jóvenes. La técnica consiste en cubrir la tierra alrededor de las plantas, lo que puede hacerse con materiales naturales (por ejemplo, paja u hojas secas) o con lonas especiales. Puede obtener más informaciónel tema leyendo el artículo dedicado específicamente al mulching.
Ver también: Cultivar cáñamo en Italia: normativa y permisosDe lo que vamos a hablar ahora es del uso de este tipo de cubierta para proteger las plantas del frío. De hecho, el control de las malas hierbas no es la única ventaja del acolchado, también se puede hacer para mantener las raíces calientes, resguardando las plantas de las heladas del invierno.
Cuando cubres el suelo al pie de la planta, el efecto es el de una manta, que puede actuar como escudo contra las heladas. El tipo de material que utilices puede ser más o menos eficaz para abrigar.
Por qué reparar el acolchado
La materia orgánica tiende a calentarse, sobre todo el compost: cuando se activan los procesos de descomposición, se genera calor. Sin embargo, hay que tener cuidado de no excederse, tanto porque un exceso de calor localizado puede perjudicar a la planta, como porque un compost demasiado fresco y húmedo puede provocar podredumbre y enfermedades. Lo mismo ocurre con las astillas de madera y los recortes de hierba. La paja,La corteza y las hojas son cubiertas menos cálidas pero más seguras.
Ver también: Cómo recoger caracoles: cría de caracolesEl acolchado orgánico contra el frío es especialmente útil para ciertas plantas perennes que permanecen en el suelo durante los meses de invierno, por ejemplo, el ruibarbo y las plantas aromáticas de hoja perenne (tomillo, salvia, romero,...) Además de las plantas hortícolas, también se pueden acolchar los setos y los árboles frutales.
La tela de acolchado, ya sea de plástico o biodegradable, se calienta mucho menos, aunque si se elige de color negro capta los rayos del sol y esto puede producir calor. El efecto se nota especialmente en primavera, cuando es útil para acelerar la cosecha. Hay que tener cuidado, sin embargo, en verano de que el negro no provoque sobrecalentamiento cuando hay mucho sol.
Para calentarla, también puedes cubrirla con tela no tejida, que transpira y deja pasar la luz, en cuyo caso también puedes optar por cubrir toda la planta y no sólo la tierra.
Artículo de Matteo Cereda