Insectos actínidos y plagas: cómo defender los kiwis

Ronald Anderson 16-06-2023
Ronald Anderson

La planta del kiwi, llamada actinidia, es originaria de China y se cultiva en Italia desde los años 80, encontrando una amplia difusión tanto a nivel profesional como aficionado. La especie se ha adaptado muy bien a las condiciones edafoclimáticas de nuestras zonas y sus frutos son muy demandados por el mercado por su sabor y salubridad.

En consecuencia, con el paso de los años han aumentado las zonas dedicadas a esta especie en particular, que con su hábito liano requiere soportes sobre los que trepar y puede embellecer pérgolas y arcos en jardines privados como trepadora.

La actinidia es apta para el cultivo ecológico, basado en la fertilización con productos naturales orgánicos y minerales y métodos de bajo impacto ambiental para la defensa contra posibles plagas. En comparación con otros frutales, la actinidia suele ser más resistente y requiere menos intervenciones fitosanitarias, pero no hay que bajar la guardia del todo. Además de las enfermedadesfúngicas y bacterianas, la actinidia puede verse dañada por algunas plagas de insectos, que se describen a continuación, junto con algunos buenos consejos para atajarlas con métodos biológicos.

Índice

Eulia

La eulia es un pequeño lepidóptero (mariposa), de color pardo-grisáceo y con una envergadura de aproximadamente 1,5 cm. Las larvas son algo más largas, de color verdoso con tonos marrones y cabeza verde claro. Es un insecto muy polífago, capaz de atacar a varias especies vegetales, que realiza 3 generaciones al año. El primer aleteo se observa a finales de marzo y los demás de junio a finales de septiembre.Los daños que provoca la eulia en los kiwis consisten en erosiones superficiales de los frutos, que dejan extensas cicatrices y suberificaciones en la piel y, en casos graves, los llevan a la podredumbre. El insecto puede erradicarse con productos a base de Bacillus thuringiensis, eficaz contra diversos lepidópteros dañinos en fase larvaria.

Metcalfa

Metcalfa pruinosa es un insecto pequeño, cubierto de cera, de color marrón (blanquecino en las formas juveniles), que sólo realiza una generación al año. La eclosión de los huevos se produce desde finales de la primavera hasta principios del verano, y las formas juveniles que eclosionan producen una gran cantidad de melaza, que mancha mucho las hojas, pero en general los daños causados son principalmente estéticos.Para limpiar las plantas de la plaga, se pueden realizar tratamientos con jabón de Marsella diluido en agua y pulverizar sobre el follaje durante las horas más frescas del día.

Ver también: Escarola escarola: cómo cultivarla en el huerto

Cochinilla blanca

La cochinilla blanca que ataca a los actinidios ( Pseudalacapsis pentagona ) es polífago pero prefiere esta especie frutal junto con moreras, melocotoneros y cerezos. Las plantas fuertemente atacadas sufren un decaimiento general con desecación de las ramas. Los frutos de la actinidia clásica (variedad Hayward) se salvan del ataque directo, al ser vellosos, pero no los kiwis de las variedades más glabras, como los de pulpa amarilla.

Contra la cochinilla harinosa, que empieza a ovidar en abril-mayo, se pueden realizar tratamientos con aceite mineral blanco, pero en presencia de pocas plantas puede bastar con una limpieza enérgica del tallo y las ramas con cepillos duros. Los macerados de helechos también ayudan a mantener a raya a las cochinillas harinosas y pueden ser muy útiles como medida preventiva.

En los cultivos ecológicos profesionales, también pueden utilizarse eficazmente trampas de feromonas específicas para capturar machos y evitar así la reproducción.

Chicharrita verde

La cigarra verde, como su nombre científico indica, Empoasca vitis Ataca preferentemente a la vid, pero se comporta de forma similar en los actinidios, poniendo sus huevos en primavera en las nervaduras de las hojas del kiwi y realizando 3 generaciones al año. Los daños causados por este insecto consisten en la succión de la savia de las hojas, con desecación y arrugamiento, y pueden contenerse tratando con piretro, un insecticida natural de amplio espectro.

Araña roja

Se trata de un pequeño ácaro que ataca a diversas especies vegetales y que, dependiendo de las condiciones ambientales, puede realizar varias generaciones al año. Las hembras pasan el invierno fecundadas en la corteza de las plantas hospedadoras y en primavera, tras un breve periodo de alimentación, comienzan a ovideporar. En presencia de este parásito, que encontramos tanto en el huerto como en el frutal, se notan finastelarañas en el envés de las hojas, con densas colonias de estos diminutos ácaros de medio milímetro de tamaño. El daño que la araña roja causa a las plantas se debe a los estiletes bucales con los que vacía las células, succionando su contenido. Las hojas se decoloran y amarillean, y aunque los daños son limitados en cuanto a gravedad, lo mejor es atajarlos con maceradosrepelentes como el ajo o la ortiga.

Lepidópteros noctuidos

Las larvas de estos lepidópteros polífagos pueden trepar por el tallo y las ramas de la actinidia y si ésta se encuentra en la fase de brotación pueden causar daños al comerse los brotes tiernos jóvenes. Los síntomas de sus ataques son similares a los causados por caracoles y babosas, que también son principalmente nocturnos y nocturnos, aunque estos últimos deben distinguirse de laEn el caso de los lepidópteros, es posible tratarlos con Bacillus thuringiensis.

Otros parásitos

Otros insectos polífagos que afectan a la actinidia, así como a otras especies vegetales, son la mosca de la fruta y el barrenador del maíz, que se tratan con trampas alimentarias Tap Trap y Bacillus thuringiensis, respectivamente.

Ver también: Motosierra de poda: cómo elegir

Artículo de Sara Petrucci

Ronald Anderson

Ronald Anderson es un jardinero y cocinero apasionado, con un amor particular por cultivar sus propios productos frescos en el huerto de su cocina. Ha trabajado en jardinería durante más de 20 años y tiene un gran conocimiento sobre el cultivo de vegetales, hierbas y frutas. Ronald es un conocido bloguero y autor que comparte su experiencia en su popular blog, Kitchen Garden To Grow. Está comprometido a enseñar a las personas sobre los placeres de la jardinería y cómo cultivar sus propios alimentos frescos y saludables. Ronald también es un chef capacitado y le encanta experimentar con nuevas recetas utilizando su cosecha local. Es un defensor de la vida sostenible y cree que todos pueden beneficiarse de tener un huerto. Cuando no está cuidando sus plantas o cocinando una tormenta, se puede encontrar a Ronald caminando o acampando al aire libre.