El tomate es una de las hortalizas más cultivadas, una especie prácticamente indispensable y que suele encontrarse en los huertos en muchas variedades, ya que se puede elegir entre las modernas más comunes y otras más insólitas y desconocidas por ser antiguas y tradicionales en los distintos territorios. A cualquiera le gustaría comer tomates cultivados por él mismo, recogidos en su punto justo de maduración y consumidos frescosPero, por desgracia, no todo el mundo posee o tiene acceso a una parcela de tierra para cultivar y, en esos casos, hay que buscar estrategias para cultivar en la superficie.

Los huertos en balcones, azoteas y patios traseros ya no son una novedad: se han convertido en una práctica habitual, probada y de éxito que produce cosechas gratificantes. El tomate es una de las hortalizas que mejor se adapta al cultivo en macetas, y todas las variedades, desde el redondo hasta el cherry y el peri, pasando por otras, son adecuadas para este fin.

Sin embargo, en comparación con los tomates plantados en el suelo, es necesario tomar precauciones especiales, ya que se trata de una situación más artificial en la que nuestros cuidados desempeñan un papel aún más decisivo, por lo que a continuación te ofrecemos una guía para cultivar tomates en macetas y, por supuesto, también puede resultarte útil leer el artículo general sobre el cultivo de tomates en macetas.tomate.

Índice

Ubicación

El tomate es típicamente una planta que desea mucho sol. El clima en el primer período de desarrollo del cultivo puede ser todavía fresco y húmedo, y es necesaria una buena luz solar, sobre todo para evitar enfermedades. Teniendo en cuenta que los plantones de tomate se plantan entre abril y mayo, lo ideal es que la terraza, veranda o patio donde se pongael jarrón con los tomates son bien iluminado preferiblemente orientadas al sureste o al suroeste, para que reciban luz durante la mañana y la tarde respectivamente.

Si el espacio es norte, no hay por qué renunciar a un huerto en el balcón, pero sí cabe esperar un retraso en el crecimiento de las plantas y tallos de aspecto algo enjuto, es decir, largos pero delgados. La consecuencia será una inevitable menor productividad de las plantas.

Otro parámetro que no debe subestimarse, especialmente en las ciudades, son las fuentes de sombra provocadas por otros edificios y árboles, que pueden agravar aún más las exposiciones al norte o, por el contrario, mitigar la insolación en las completamente al sur.

El jarrón: elegir el recipiente adecuado

En un huerto en maceta, el recipiente desempeña un papel muy importante, delimitando el espacio en el que el sistema radicular tiene la oportunidad de desarrollarse. Antes de plantar tomates, vale la pena detenerse a elegir la maceta. Los recipientes para cultivar tomates pueden ser de diferentes tipos y formas, pero lo más importante es su capacidad: teniendo en cuenta el desarrollo potencial de laplanta, que alcanza alturas de unos 2 metros en el suelo, hay que tener en cuenta que el sistema radicular también necesita espacio y suelo en el que arraigar.

Si optamos por macetas redondas, éstas deben tener al menos 30 cm de diámetro y 30 cm de altura, y lo mismo se aplica a las macetas cuadradas. También podemos poner 2 ó 3 plantas juntas en macetas rectangulares altas y resistentes. Las cajas de fruta también se pueden reciclar para el cultivo, siempre y cuando éstas también sean bastante firmes y resistentes, en cuyo caso las cajas se forraráninternamente con plástico perforado en el fondo. Si dispone de las verdaderas cajas de madera diseñadas para huertos elevados, por ejemplo de 1 metro x 2 metros, podrá plantar 6 tomates en dos filas y hacer útiles asociaciones con albahaca, apio, lechuga o perejil.

En cuanto a los materiales, los recipientes de plástico son sin duda ligeros y no presentan riesgo de romperse si se caen con el viento, y al ser impermeables retienen la humedad de la tierra durante más tiempo. Por otro lado, las macetas de terracota son más elegantes y se pueden pintar al gusto. Las de madera son menos duraderas, pero dan al huerto un agradable aspecto natural.También son muy interesantes los experimentos con macetas de tela geotextil. Al crecer en un balcón o un patio, las plantas suelen tener aún más valor ornamental que en un huerto, lo que también debe tenerse en cuenta a la hora de elegir el recipiente.

El suelo: el medio de cultivo

La clásica tierra universal para macetas no es suficiente para cultivar con éxito en macetas; los tomates son una planta exigente en cuanto a nutrientes. Lo ideal es mezclar la tierra para macetas con auténtica tierra de campo, que también contiene la fracción mineral del suelo y aporta así diversos microelementos útiles.

También es indispensable añadir compost maduro y puñados de estiércol en pellets. Hablando de compost, si la terraza es lo suficientemente grande, es muy útil disponer de un montón de compost en el que depositar los residuos orgánicos de la cocina y de las propias plantas para hacer un buen acondicionador del suelo. Incluso hay compostadores para hacer estiércol en el balcón.

Además de la tierra de las macetas, también hay que cuidar el drenaje de las mismas: en el fondo de las macetas grandes es mejor poner una capa de arcilla expandida, mientras que en las macetas sencillas está bien poner los clásicos platillos.

Riego de tomates en macetas

En suelo abierto, el sistema radicular de las tomateras puede expandirse hasta un metro y medio de profundidad. esto permite que la parte aérea esté bien anclada y nutrida en todo momento y que encuentre agua en profundidad, por lo que requiere poco riego. los viejos agricultores dicen que regando demasiado "los tomates no saben a nada".

Por supuesto, esto no puede aplicarse a las plantas cultivadas en un espacio reducido, como una maceta; en tal situación, hay que regar a menudo, en verano a diario. Las precauciones que hay que observar en todo momento, incluso cuando se cultiva en macetas, son las siguientes:

• Riegue la base de las plantas y no la parte aérea para evitar favorecer la aparición de enfermedades fúngicas como el mildiú velloso;
• Utilice agua a temperatura ambiente En efecto, el agua que sale directamente del grifo está bastante fría y podría provocar un choque a las raíces bien calentadas dentro de una maceta expuesta al sol;
• Prevenir los mosquitos En el balcón, las regaderas o cubos que se dejan llenos de agua a propósito corren el riesgo de atraer a estos molestos insectos, por lo que se pueden verter en el agua gotas de un producto a base de Bacillus thuringiensis israelensis, una cepa adecuada para el control natural de los mosquitos.

Gestión del riego durante las vacaciones

Durante los meses de verano, es normal ausentarse de casa por vacaciones, pero hay que encontrar una solución para que las plantas cultivadas no mueran. Existen botellas especiales con tapones porosos, que se pueden llenar y colocar boca abajo en la maceta, para que distribuyan el agua poco a poco, pero no garantizan una larga autonomía. Si las macetas de cultivo son numerosas, puede tener sentido montar un verdaderoSistema de riego por goteo equipado con un temporizador que permite programar los turnos de riego.

Acolchado en macetas

El acolchado es una técnica muy ventajosa para el huerto, pero incluso en macetas o jardineras, poner una capa de acolchado en la base de la planta puede ser beneficioso. En este caso, el objetivo no es tanto protegerse de las "malas hierbas" como conservar la humedad del suelo durante más tiempo. Si no encontramos paja o hierba marchita disponible, podemos utilizar otrasmaterial, como sacos de yute, para proteger la tierra de la base de nuestros tomates de balcón.

Cuidado con las quemaduras solares

En terrazas o patios especialmente expuestos al sol, y con paredes blancas que reflejan la luz, las plantas pueden sufrir estrés por exceso de luz solar y deshidratarse rápidamente, sobre todo en los calurosos meses de verano.

Además de la posibilidad de colocar una malla protectora de sombra, podemos rociar las tomateras en maceta con algún caolín , un mineral arcilloso fino que crea una pátina blanca sobre la vegetación, protegiéndola de posibles quemaduras solares.

Atraer abejas al balcón

Los tomates también se benefician de las abejas y los abejorros para polinización En comparación con el huerto, el balcón suele ser un entorno más urbano y menos poblado de insectos polinizadores, por lo que es bueno atraerlos.

Así que demos rienda suelta a nuestra creatividad y deseo de belleza combinando tomateras con flores especialmente adecuadas para atraer a estos preciosos insectos: cosmos, zinnias, lavanda, borraja y otras.

Enfermedades y plagas del tomate en maceta

Las enfermedades del tomate y los insectos parásitos son los mismos que en el cultivo en campo abierto, pero el balcón es notoriamente un entorno más artificial en el que difícilmente se recrea el equilibrio ecológico de los espacios abiertos, por lo que las plagas pueden manifestarse de forma más agresiva y, por tanto, debemos vigilar siempre las plantas.

Incluso en el cultivo en maceta, merece la pena pulverizar macerados de ortiga, ajo, cola de caballo para prevenir los problemas más frecuentes. Podemos probar productos de defensa ecológica, como el Bacillus subtilis que actúa contra las enfermedades fúngicas, y el piretro contra las chinches. El clásico verde cobre también puede utilizarse sólo después de lluvias persistentes, siempre leyendo antes las etiquetas para conocer las dosis y precauciones de uso.

Artículo de Sara Petrucci