Puede ocurrir que los calabacines se pudran directamente del fruto, en particular de la flor marchita del ápice del calabacín.

Si el problema afecta directamente al fruto y justo desde la flor apical, lo más probable es que se trate de una enfermedad bacteriana, concretamente Erwinia carotovora. Esta enfermedad de las plantas hortícolas afecta sobre todo a los calabacines, pero también puede atacar a otras hortalizas (como el hinojo, las patatas, los pimientos y, como su nombre indica, las zanahorias).

De hecho, se trata de una bacteria que prolifera en situaciones de alta humedad y que también aprovecha las heridas para atacar a las plantas. De todas las enfermedades del calabacín, es una de las más extendidas, y la podredumbre blanda se propaga del fruto a la planta si no se contrarresta. por eso también merece la pena aprender a reconocer, combatir y, sobre todo, prevenir esta podredumbre.

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Erwinia carotovora: características

La enfermedad bacteriana debida a la erwinia carotovora no es fácil de identificar, hasta que se produce la podredumbre del fruto en una fase irreversible. Por lo general, la podredumbre es blanda y húmeda. La bacteria está presente de forma natural en el suelo y, cuando encuentra las condiciones adecuadas, provoca la enfermedad.

Esta enfermedad prolifera cuando las temperaturas se sitúan entre 25 y 30 grados centígrados, en condiciones de humedad. En la planta del calabacín aprovecha con frecuencia la flor en descomposición, que acumula humedad en su interior, para atacar al fruto. La bacteria también puede atacar otras partes de la planta, sobre todo si se producen daños por insectos o por las condiciones meteorológicas.

La podredumbre blanda del calabacín puede extenderse desde el fruto y acabar marchitando toda la planta de la cucurbitácea, provocando su muerte.

Cómo combatir Erwinia Carotovora

Esta enfermedad bacteriana de la planta del calabacín no puede curarse eficazmente con métodos biológicos, pero es posible trabajar para prevenirla y, en caso de que se produzca, contrarrestarla limitando los daños.

Prevención de la podredumbre blanda

La prevención consiste en primer lugar en evitar las condiciones que favorecen la propagación de la bacteria, es decir, la persistencia de la bacteria y la humedad malsana, en particular el estancamiento del agua.

• Labrar la tierra. Una buena preparación del suelo, que favorezca el drenaje, es lo más importante para evitar la putrefacción.
• Fertilización Un exceso de nitrógeno puede favorecer la aparición de Erwinia carotovora, disminuyendo las defensas inmunitarias de la planta de calabacín.
• Riego. Tenga cuidado de no regar en exceso, ya que podría provocar el estancamiento del agua.
• Distancia de implantación. Mantener las plantas de calabacín a una distancia adecuada entre sí también favorece la circulación del aire y limita los problemas.
• Rotación de cultivos Una precaución importante es evitar plantar calabacines en suelos en los que ya se haya producido un problema de podredumbre.
• Acolchado y elevación de la fruta Si la fruta no está en contacto directo con el suelo, será más difícil que sea atacada por la bacteria Erwinia carotovora. El acolchado es muy útil para este fin.
• Variedades. Elegir variedades de calabacín tolerantes y menos propensas a la podredumbre es otra forma de evitar problemas.

Lucha contra la erwinia carotovora con métodos ecológicos

Si se detectan infecciones en nuestros cultivos de calabacín, los frutos enfermos deben retirarse del huerto lo antes posible para evitar la propagación de la infección. El material vegetal de las plantas afectadas debe tirarse o quemarse, no utilizarse en el compostaje, para no correr el riesgo de transmitir la enfermedad de nuevo al huerto.

Esta enfermedad bacteriana se combate con cobre, en particular con tratamientos de mezcla bordelesa, un tratamiento permitido en agricultura ecológica, que puede contener la enfermedad impidiendo al mismo tiempo que se transmita de planta a planta.

Artículo de Matteo Cereda